Gracias a las comunicaciones
fiables difundidas por los medios de comunicación sabemos que
el café es sinónimo de salud. Aunque contiene un elevado
número de sustancias que todavía no han sido definidas con
exactitud, se caracteriza fundamentalmente por la presencia de
cafeína. En los cafés arábica la cafeína varía de 0,9 a 1,5%,
mientras que en las variedades más robustas puede llegar hasta
el 3,5%. La cafeína, ingerida en las dosis justas, es un
estimulante del sistema nervioso central y disminuye los
efectos del cansancio.
Otra propiedad es la de causar una broncodilatación en los
asmáticos y retardar el dolor anginoso en los que sufren de
afecciones cardíacas. Es sabido que una tacita de café después
de las comidas previene la aparición de la hipotensión
postprandial, especialmente en los ancianos. Parece ser
también un buen diurético y, según se dice, un estimulante de
la actividad sexual. La cafeína tiene, sin duda, efectos
positivos sobre muchos tipos de migraña y se usa también en
medicina.
|
|